sábado, 23 de febrero de 2013

Terceros Molares o “Muelas del Juicio”

Estas piezas dentarias son realmente un importante apartado dentro de la patología odontológica.
Son los últimos dientes en erupcionar, y lo hacen entre los 17 y los 25 años de vida, por esto, vulgarmente se los conoce como “Muelas de Juicio” ya que es la edad del individuo donde ya tiene “Juicio” por sí mismo.
Son cuatro, dos en el hueso maxilar superior y dos en la mandíbula (aunque se han visto casos excepcionales de cuartos molares), uno derecho y otro izquierdo, pertenecen a la segunda dentición de los adultos, ausentes en la primera dentición, y son las piezas dentarias que con mayor frecuencia se hallan retenidas, impactadas o incluidas dentro del hueso.
La presencia de este órgano dentario en boca no significa que tenga que haber patología, pueden ser asintomáticos y participar, al igual que los demás dientes, en las funciones normales del sistema. Hay otra posibilidad que por razones genéticas el tercer molar no se forme, y por lo tanto nunca erupcionará, y puede pasar en cualquiera de los 4 gérmenes.
La tercera posibilidad es que queden atrapados en el hueso maxilar o en la mandíbula en forma parcial o total provocando una serie de problemas los cuales deberán ser atendidos profesionalmente.


La etiología de la frecuente retención de estos dientes es muy variada y van desde factores embrionarios y hereditarios por inconvenientes de tamaño, como sería tener molares grandes y maxilares pequeños, hasta condiciones anatómicas por la reducción del tamaño de los maxilares en la evolución de la especie humana.


Esta retención dentro del hueso nos puede originar complicaciones de diversos tipos:
Complicaciones infecciosas - Cuando el molar está parcialmente retenido y sólo se ve una pequeña parte en la boca, se forma una bolsa en la encía en la cual se retiene alimento y es muy complicada su higiene. Al no poder remover y limpiar adecuadamente la zona, se produce una inflamación la cual a su vez provoca la retención de más alimento hasta que se produce una infección llamada Pericoronaritis, formándose un absceso extremadamente doloroso. La inflamación se extiende hasta la mejilla y los ganglios del cuello, el paciente no puede abrir bien la boca, presenta dificultad para tragar y un dolor muy fuerte. Esta patología debe ser tratada con antibióticos específicos, limpieza, retiro del alimento atrapado y drenaje del absceso, todo esto antes de la extracción de la pieza.
Complicaciones mecánicas - El molar presenta la fuerza de erupción por más que esté retenido, y así provoca desde lesiones en la encía, mejilla y lengua, hasta lisis del segundo molar que tiene por delante, provocándole caries y la destrucción de su raíz.

Complicaciones neuromusculares - La presión ejercida sobre los segundos molares puede provocar dolores severos y descompensación en las fuerzas de la masticación ocasionando mal funcionamiento y dolor en la articulación témporomandibular que es la articulación de la mandíbula con el cráneo, algo por delante del oído. Pueden ocurrir ocasionalmente alteraciones sensitivas y motoras por la compresión de nervios como el dentario inferior que recorre toda la mandíbula por debajo de los dientes.

Complicaciones traumatológicas - El tercer molar inferior debilita considerablemente el ángulo mandibular, lo que hace que las fracturas por traumas sean frecuentes a ese nivel.

Complicaciones tumorales - La inclusión del tejido epitelial que rodea al molar es potencialmente oncológico, pudiendo provocar desde pequeños y grandes quistes, hasta ameloblastomas y tumores malignos. Por esto es sumamente importante al realizar su extracción, la eliminación de todo tejido que pueda quedar en el lecho óseo realizado y a la mínima duda del tejido encontrado debemos realizar su estudio anátomo patológico.
Complicación de los terceros molares impactados

A. Infección


B. Apiñamiento dentario y lisis


C. Quistes y tumores


Todos estos inconvenientes pueden ser prevenidos si el paciente asiste con regularidad a su Odontólogo a través de visitas semestrales. Se podrá detectar fácilmente la posibilidad de retención de estos molares. En caso de que así sea, se necesitará extraerlas por medio de una intervención quirúrgica.
El mejor momento para realizar esta operación es ni bien se diagnostique la retención, y por supuesto, no esperar a que la misma me genere las patologías previamente descritas. Cuánto menos edad tenga el paciente mejor será, ya que el hueso es más blando, las raíces no están completamente formadas y disminuimos la posibilidad de dañar algún nervio.
Desarrollo del tercer molar según la edad del paciente

12 años


14 años


17 años


25 años


La extracción de un molar incluido requiere de una técnica quirúrgica minuciosa y de una gran destreza por parte del profesional, bajo anestesia local generalmente.
Después de la cirugía el paciente podrá sentir una pequeña inflamación y algún malestar, para lo cual se le indicarán analgésicos, antiinflamatorios y antibióticos para prevención, por un corto periodo de tiempo según el paciente. Generalmente recomendamos que se realice la intervención el día jueves o viernes, teniendo el fin de semana para descansar y recuperarse.

A continuación detallamos una lista de causas, según últimos estudios realizados por la Asociación Americana de Cirugía Oral y Maxilofacial (AAOMS) sobre porque la extracción profiláctica de los terceros molares es una necesidad:

1. Los terceros molares deben de ser extraídos en los adultos jóvenes para evitar o disminuir el riesgo de enfermedad periodontal.

2. Si han erupcionado parcialmente, ocasionan la entrada de bacterias entre el diente y la encía causando caries e infección. El resultado puede ser dolor, hinchazón, trismus (inmovilidad mandibular) y malestar general.

3. Si siguen erupcionando sin suficiente espacio dañaran los dientes adyacentes y pueden movilizarlos.

4. Frecuentemente desarrollan Quistes y Tumores, destruyendo estructuras cercanas como el hueso mandibular o las raíces de dientes próximos.

5. Pueden ocasionar dolores, a los que no se les encuentra explicación.

6. En ocasiones imposibilitan la colocación de prótesis.

7. Pueden ocasionar interferencias oclusales o mala mordida.

8. En un 70 % ocasionan traumatismo de las mejillas.

9. Se encuentran asociadas a fracturas mandibulares en un 65% de los casos.

10. El 40 % de los adultos a la edad de 45 años desarrollan enfermedad periodontal, infecciones a repetición o caries en el área cercana al tercer molar.

11. Al 25 % de los adultos que las conservan se les debe de extraer aumentado los riesgos y complicaciones en un 30 % si se les compara con su extracción en la adolescencia.

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