Dormir es una actividad necesaria e imprescindible para que nuestro cuerpo se mantenga en condiciones óptimas. Se nos dice desde pequeños y los médicos no se cansan de repetirlo. Sin embargo, debido al ritmo de vida que llevamos actualmente, no siempre dormimos las horas que deberíamos.
A menudo pensamos que ya recuperaremos las horas de sueño perdidas más adelante, en la pausa del fin de semana. También nos convencemos, especialmente cuando somos jóvenes, de que vale la pena sacrificar horas de sueño si a cambio nos lo pasamos bien o realizamos alguna actividad que nos gusta.
Sin embargo, lo cierto es que nuestro cuerpo necesita descansar un mínimo de 7 horas diarias y, en caso de no hacerlo, esto puede repercutir muy negativamente en nuestra salud. Un estudio publicado en la revista “European Heart Journal”, por ejemplo, revelaba que dormir poco durante varios días o tener interrupciones en el sueño puede incrementar el riesgo de sufrir enfermedades cardíacas.
Otras publicaciones afirman que puede incrementar el riesgo de sufrir obesidad y diabetes y el Colegio Médico de Wisconsin realizó un estudio que demostró que no dormir lo suficiente afecta además a los huesos, aumentando el riesgo de sufrir osteoporosis.
Además de lo comentado, la falta de sueño también afecta a la capacidad de concentración y de memoria. Matthew Walker, que trabaja como profesor de psicología en la universidad de Berkeley, afirma que “una noche sin dormir reduce la capacidad de asimilar conocimientos en un 40%”.
Por su parte, la American Cancer Society publicó un estudio que mostraba que dormir poco también incrementa el riesgo de sufrir adenomas colorrectales.
Existen todavía más estudios que apuntan a otras consecuencias negativas, lo que nos demuestra que debemos concienciarnos sobre la importancia de dormir para mantener una buena salud y no descuidar estas horas de sueño. Si no dormimos lo suficiente, notaremos consecuencias negativas en nuestra salud.
A menudo pensamos que ya recuperaremos las horas de sueño perdidas más adelante, en la pausa del fin de semana. También nos convencemos, especialmente cuando somos jóvenes, de que vale la pena sacrificar horas de sueño si a cambio nos lo pasamos bien o realizamos alguna actividad que nos gusta.
Sin embargo, lo cierto es que nuestro cuerpo necesita descansar un mínimo de 7 horas diarias y, en caso de no hacerlo, esto puede repercutir muy negativamente en nuestra salud. Un estudio publicado en la revista “European Heart Journal”, por ejemplo, revelaba que dormir poco durante varios días o tener interrupciones en el sueño puede incrementar el riesgo de sufrir enfermedades cardíacas.
Otras publicaciones afirman que puede incrementar el riesgo de sufrir obesidad y diabetes y el Colegio Médico de Wisconsin realizó un estudio que demostró que no dormir lo suficiente afecta además a los huesos, aumentando el riesgo de sufrir osteoporosis.
Además de lo comentado, la falta de sueño también afecta a la capacidad de concentración y de memoria. Matthew Walker, que trabaja como profesor de psicología en la universidad de Berkeley, afirma que “una noche sin dormir reduce la capacidad de asimilar conocimientos en un 40%”.
Por su parte, la American Cancer Society publicó un estudio que mostraba que dormir poco también incrementa el riesgo de sufrir adenomas colorrectales.
Existen todavía más estudios que apuntan a otras consecuencias negativas, lo que nos demuestra que debemos concienciarnos sobre la importancia de dormir para mantener una buena salud y no descuidar estas horas de sueño. Si no dormimos lo suficiente, notaremos consecuencias negativas en nuestra salud.
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