Las caries son la causa habitual de la
mayoría de los problemas bucales. Estas se originan debido a una mala higiene bucal donde los gérmenes de la
boca transforman ciertos componentes de los alimentos convirtiéndolos en
ácidos. Una vez que se creó una caries en un diente esta se vuelve cada vez más grande. Una caries no se cura por sí sola. Por lo que
si no es tratada a tiempo, esta empeorará de manera progresiva hasta incluso
tener que extraer todo el diente o molar.
Para poder evitar las caries se
debe ser muy cuidadoso con el consumo de azucares o de productos ácidos como lo
son las gaseosas o jugos concentrados.
Se debe llevar una dieta balanceada con productos lácteos o que
contengan mucho calcio y muchas proteínas, principalmente en la niñez.
Para la higiene bucal se debe escoger una pasta dental compuesta por
calcio y flúor si es para dientes
sensibles, mejor ya que son dentífricos muy buenos. En el momento de usar
un cepillo, es recomendable uno eléctrico que limpia profundamente cada área de
la boca manteniendo dientes, lengua y mejillas libre de bacterias. Este proceso
debe realizarse mínimo cuatro veces al día o luego de cada comida.
En el tema de la prevención es
fundamental una visita al dentista de forma periódica, mínimo cada 6 meses con
el fin de corroborar y verificar la salud bucal y el estado en que se
encuentran los dientes para lograr una buena estética
dental.
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